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La música para bebés posee un sinfín de beneficios para los más pequeños de la casa, por lo que inundar tu hogar de dulces melodías te ayudará a mejorar la salud de tus retoños.
¿Todavía no te has animado a deleitar los oídos de tus hijos con la mejor música para bebés? En ese caso, te invitamos a que conozcas todas sus bondades.
Mejora el habla
Cuando los bebés empiezan a hablar, la música puede serles de gran ayuda para entender el significado de las palabras y mejorar su habla, sobre todo cuando escuchan canciones infantiles, las cuales suelen repetir varios vocablos en diversas ocasiones y se acompañan de gestos que mejoran la comprensión.
Si quieres conocer algunos ejemplos e incluirlos en la vida de tu peque, te proponemos que descubras Formando sílabas, El gato amoroso o El pollito Pío.
Potencia la memoria
Somos muchos los que nos aprendimos todas las tablas de multiplicar entonando una sencilla y pegadiza cancioncilla que, aún en la edad adulta, nos acompaña cuando queremos saber el resultado de una multiplicación concreta. Y es que la música también potencia la memoria y mejora el aprendizaje y la concentración.
Para comprobarlo, puedes mostrarle este u otros vídeos a tu pequeño cuando deba aprenderse las tablas de multiplicar. Verás qué rápido se instalan en su mente.
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Estimula la expresión corporal
Al adaptar sus movimientos al ritmo de las canciones, los peques también pueden, a través de la música para bebés, potenciar la expresión corporal, el control rítmico y la coordinación.
Así que ponle una canción que le apasione y deja que baile al son de las notas musicales.
Establece vínculos afectivos
Si escuchas canciones infantiles junto a tu peque y las cantas con él, no solo mejorarás el habla y el uso del lenguaje de tu hijo, sino que, además, establecerás un fuerte vínculo afectivo al realizar una actividad lúdica a su lado.
A la hora de elegir las melodías más adecuadas, puedes decantarte por Mambrú se fue a la guerra, El patio de mi casa, Abuelito dime tú o cualquier otra melodía que entusiasme a tu chiquitín.
Aumenta el rendimiento intelectual
En el año 1993, la psicóloga Frances Rauscher y el neurobiólogo Gordon Shaw, de las universidades de California y Wisconsin, respectivamente, descubrieron las bondades del “Efecto Mozart”, las cuales nos demuestran todos los efectos positivos que tienen las sonatas del famoso compositor austríaco sobre los bebés.
Y es que el simple hecho de escuchar una canción de piano creada por Mozart durante unos minutos aumenta el rendimiento intelectual de los niños, mejora el razonamiento espacial y activa aquellas zonas del cerebro que están directamente relacionadas con la coordinación motora y las emociones.